Enfrentando la realidad: el ciberacoso no es una moda, es una moda

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Octubre es el mes de la Conciencia Nacional sobre el Cáncer de Mama. A nuestro alrededor hay un mar de color rosa que representa la lucha contra una enfermedad horrible que ha afectado a muchas personas y a sus familias y ha arrebatado la vida de muchos más. Esperamos que algún día haya un remedio para el cáncer de seno y otras formas de esa horrible palabra "C". Hasta entonces, continuamos siendo cuidadosos, serviciales y promovemos la educación a nuestras comunidades sobre salud y bienestar preventivo.

El mes de octubre también es el mes de la conciencia y la evitación del acoso. No tenemos científicos explorando una cura y no estamos recaudando millones de dólares para disuadirlos. No obstante, la intimidación es un problema siniestro. En nuestra sociedad, eso continúa disparándose a medida que crece nuestro alcance social. La prevención y la educación son los únicos medios para frenar este movimiento.

La intimidación ha estado allí durante mucho tiempo, pero el alcance del acosador estuvo restringido al patio de recreo, al autobús escolar o al comedor. Tal vez eras el niño en el patio de la escuela que se ha molestado o burlado. Los adultos en tu vida posiblemente te dijeron que te pusieras rígido. Al menos tuviste una amnistía; el acosador tampoco estaba en tu casa.

Con sitios de redes sociales, eso ha cambiado mucho. Los matones pueden alcanzar sus objetivos donde sea que estén,  haciendo del acoso cibernético una tumba, a veces arriesga la vida, el problema en la sociedad conocedora de la tecnología de hoy. El acoso cibernético puede llevar a los niños pequeños e incluso a los adultos a sus puntos de ruptura sentimentales.

La mayoría de las personas entiende que cuando una persona intenta suicidarse hay causas fundamentales. Sin embargo, el maltrato en línea intensifica el problema, especialmente si esa persona está luchando con problemas de autoestima y alguien le dice "Beba lejía y muera".

El ciberacoso y la vergüenza digital nunca disminuyen

Internet no toma tiempo libre para vacaciones, vacaciones de verano o vacaciones. En un estudio de PEW sobre niños pequeños, redes sociales y tecnología en 2015, el noventa y dos por ciento de los adolescentes se conectan diariamente, y el veinticuatro por ciento dice que están en línea continuamente. Están gastando la mayor parte de su tiempo en el ciberespacio que en el mundo real.

La solemnidad de la situación se hace más comprensible con una nueva revisión de Vodafone, que reveló que el cuarenta y tres por ciento de los adolescentes asumió que el ciberacoso era un problema superior al abuso de drogas. La encuesta también reveló:

  • Cuarenta y uno por ciento de los adolescentes dijeron que el acoso cibernético los hizo sentir tristes, vulnerables y desanimados.
  • El 26% dijo que se sentía completamente solo.
  • El 18% dijo que se sentía suicida.
  • El 21% se queda en casa de la escuela debido al ciberacoso
  • El treinta y ocho por ciento no les deja saber a sus padres que están siendo molestados en línea.

La realidad de que muchos niños no le cuentan a sus padres oa un adulto sobre el acoso cibernético es un problema que sigue preocupando a los expertos y defensores. Informar a los padres no se trata solo de denunciar al agresor para que se puedan tomar medidas, sino que también ayuda a salvaguardar la salud sentimental del niño. La causa por la que los niños no les cuentan a sus padres sobre el acoso cibernético puede variar desde el terror de que se les desconecte la línea de vida (que les desconecten de Internet) y avergonzarse de lo que está sucediendo hasta vengarse del acosador o las burlas de otros niños. Esta es la razón por crianza fuera de línea es tan fundamental para la vida en línea de un niño. Solo los padres pueden cambiar este indicador.

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